Tarde y mal hemos respondido contra la crisis. Crisis que efectivamente no creamos nosotros, pero que en nuestra situación de régimen laboral en precario y dependencia excesiva de créditos privados, nos ha desarbolado completamente. Durante estos dos años hemos vivido experando que desde fuera se nos arreglara el problema. De ahí los planes E, para contener momentáneamente la situación con proyectos sin más criterio que aguantar el primer chaparrón y dar un margen a los municipios y seguramente algún que otro concejal o partido, para conseguir financiación extra.
Pero el problema se ha recrudecido, porque el mal real, el causante de este sinsentido, no se ha conbatido sino que se ha alimentado por los estados a base del dinero de todos y esto les ha envalentonado. Ahora parece que el gobierno, presionado desde fuera, trata de coger el toro por los cuernos recortando salarios de empleados públicos y las conquistas sociales que sólo hace seis años había conseguido. Tanta espera y dilatar la respuesta a la crisis financiera, conlleva ahora tomar soluciones injustas, cargando el recorte del gasto sobre los trabajadores y los pensionistas, mientras los mercados campan por sus respetos.
De nuevo estas medidas contribuyen a abonar mi teoría de que los partidos de izquierda en el gobierno, sirven al sistema capitalista para recortar conquistas sociales que nunca más se volverán a recuperar. Vamos camino de convertirnos en mano de obra barata con sistemas de protección propios de paises emergentes como China o Indonesia. Y los sindicatos anunciando huelgas de papel, pero en el fondo apoyando a los gobiernos que les dan de comer.
Y lo peor de todo es que España no estaba mal al inicio de la crisis, si no fuera por el cierre del grifo del crédito, pero ni antes ni ahora la imaginación del gobierno ha llevado a gestionar ese crédito (producto del ahorro de todos) a través de las entidades públicas (léase cajas de ahorros e ICO), entre otras cosas porque estas entidades crediticias, cajas de ahorros, por ley han dejado de ser públicas para convertirse en financiadoras de los partidos pólíticos que las administran. Esa debía haber sido la primera actuación contra la crisis, créditos baratos a las empresas y emprendedores para mantener su productividad, en lugar de dinero a fondo perdido para jugar en una bolsa que ningun gobierno controla. Pero ahora que por fin se ha dado cuenta el gobierno de la profundidad de la crisis, tampoco regula el sector crediticio para generar confianza en las muchas empresas saneadas que aun no han caido.
Y perdonen, mi ignorancia en el campo económico me hace ser osado, cuando en una familia el paro elimina los ingresos, cuanto tiempo con medidas de ahorro puede aguantar los hijos sin tener que solicitar ayudas sociales. Si los padres no buscan trabajo desde el primer día, es decir apuestan por aumentar los ingresos además de reducir los gastos, no están abocando a sus hijos a tener que comer de la beneficencia?. Donde están las medidas de creación de riqueza e ingresos para el estado? Cuanto aguantaremos donando a fondo perdido los ahorros de todos los españoles a los especuladores, pero sin legislar contra ellos y sobre todo sin dejar ese dinero para que las pequeñas y medianas empresas y las familias puedan buscarse la vida haciendo lo que saben, trabajar y generar riqueza para todos, pero sin que su trabajo signifique enriquecer a los bancos y los que juegan con sus acciones?.
Tarde y mal, pero queda la esperanza de que alguien se lo explique a nuestros gobernantes, que aparte de la técnica del avestruz de estos años parece que sólo saben romper la hucha de los niños para pagar el butano.