Cuando era niño, recuerdo en mis textos del cole la imagen de Golda Meir y las palabras de mi profesora enorgulleciéndose de la primera y única mujer de Oriente Medio presidenta de un pais.
Luego con los años conoci, conocimos, que la víctima puede ser verdugo y que la respuesta ante los "inferiores", los considerados por los nuevos colonos de Palestina intrusos en su propia tierra, podía ser igual de contundente, igual de execrable que lo crìmenes cometidos contra ellos en los campos de exterminio alemanes. Hace poco vimos una excelente pelicula sobre como esta primera ministra dio la orden de iniciar con sus servicios secretos, los crímenes de estado contra los palestinos tras el ataque de Septiembre Negro, del que descraciadamente no hace tantos años nosotros tratamos de copiar sus métodos. Hoy me encuentro con las palabras de mi abuelo "el fin de la politica es el crimen político" leyendo una noticia atrasada de diciembre de la que copio el enlace "http://www.historiadelahumanidad.com/2009/12/desvelando-verguenzas-en-israel.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+HistoriaDeLaHumanidad+%28Historia+de+la+Humanidad%29&utm_content=FeedBurner y leo lo que escribia Golda Meir , la "excelente" Primera Ministra Israeli, esperanza de las mujeres del mundo, cuando era canciller de su pais en 1958 a su colega polaco:
"En el Comité de Coordinación se ha elevado una propuesta para informar al Gobierno polaco de que queremos establecer una selección en la emigración judía a Israel porque no podemos seguir aceptando gente enferma y minusválida. Por favor, dame tu opinión sobre si esto puede explicarse a los polacos sin dañar la inmigración".
Decidme, si una mujer que acaba de recuperar "su tierra" ancestral tras 2000 años de nomadismo, arrebatándosela a sus verdaderos habitantes, apoyada en la comunidad de naciones con la excusa del sufriento de su pueblo en los campos nazis, puede hacer esto.
Decidme si alguien que es capaz de intentar evitar el descanso en la tierra recuperada, a sus compatriotas lisiados o enfermos polacos producto de los horrores nazis, merece estar en los libros de historia como ejemplo, o acabar sus dias uniendo su nombre a los que como ella intentó causaron tanto sufrimiento a su pueblo.
Golda Meir, Sionista, sindicalista, socialista, aladid de la causa israelita, terrorista de estado y ahora conocida genocida de su propio pueblo. Cuanto falso carnet de virtud, cuanta hipocresía tantos años oculta, cuanta gente muerta por ideales manchados por estos lobos con pieles de cordero.
¿Conoceremos nosotros públicamente los desmanes de quienes nos gobiernan enfundados en banderas del pueblo, para como la Sra. Meir servir sólo a sus intereses, tratando de engañar con palabras dulces a sus feligreses, mientras en lo oscuro de los despachos maquinan como robarles lo más importante que tiene el ser humano la esperanzas?
O moriremos con ellos, oyendo las alabanzas de los medios y las enciclopedias, y serán nuestros hijos los que conocerán los papeles, cuando muertos el pueblo no puedan siquiera hacerles el vacío.
Desgraciadamente la historia nos dice que nunca saldrá a la luz lo que a nuestra generación le toca. Si fuera así habría argumentos para un cambio que a los que están arriba nunca interesa.
El poder sea del signo que sea siempre se apoya.
Nos toca descubrir como romper la eterna cadena de favores que nos mantiene al común de los mortales eternamente exclavos de la injusticia.
